¿Cuántas veces, gracias a la distorsión del ego, hemos querido tener la razón por encima de nuestro propio orgullo?
¿Cuántas veces por una estupidez, por algo tan pequeño, te has dejado de hablar con tus amigos, con tu madre, tu padre, tus hermanos? ¿Por una discusión de fútbol, por ejemplo? Porque, en el fondo, nos gusta más tener la razón.
¿Y qué pasaría si esos familiares, o incluso tú, no volvieran al final del día? ¿Con qué te quedarías, si ya no los pudieras volver a ver?
¿Qué te cuesta decir “te amo”?
Hazlo hoy.
No mañana, no más tarde.
Hoy.
¿Qué es el orgullo?
Es ese escudo que usamos cuando nos da miedo mostrarnos tal como somos. Nos hace callar cuando necesitamos ayuda, nos aleja cuando podríamos acercarnos.
A veces creemos que nos protege, pero muchas veces solo nos deja solos. Nos hace ver problemas donde no los hay y nos impide decir cosas tan simples y poderosas como: “te necesito” o “te amo”.
Porque el amor no solo se siente. A veces, también necesita escucharse.
💬 ¿Cómo soltar el orgullo y acercarnos más?
🔍 1. Date cuenta cuándo te está ganando el orgullo
A veces no pedimos perdón, nos alejamos o nos cerramos solo por no mostrar que algo nos dolió.
Observar esas reacciones es el primer paso. ¿Te cuesta pedir disculpas? ¿Te callas cuando en realidad te sientes herido? Ahí está el orgullo actuando.
🧠 2. Conocerte cambia todo
Cuando te entiendes, puedes empezar a actuar distinto. Sabes lo que realmente quieres, lo que necesitas, y no lo que el ego te grita. Eso te ayuda a:
Ponerte metas que de verdad van contigo
Estar más motivado porque sabes por qué haces lo que haces
Confiar más en ti, con todo y tus fallas
Ser más fuerte cuando algo no sale como esperabas
Ser honesto contigo mismo es el primer paso para conectar de verdad con los demás.
💛 3. Ponte en los zapatos del otro
La empatía cambia todo. Antes de reaccionar, pregúntate: ¿Cómo se estará sintiendo?
Cuando tratamos de entender al otro en vez de ganar la discusión, el orgullo baja el volumen, y lo que crece es la conexión.
🗣️ 4. Habla desde lo que sientes, no desde el juicio
Decir lo que te pasa sin culpar al otro abre espacio para que te escuchen de verdad. No es lo mismo decir “Me siento triste” que “Tú me haces sentir mal”.
Cuando hablas desde el corazón, no desde el ego, el otro puede acercarse sin ponerse a la defensiva.
🙏 5. Saber decir “perdón” es de valientes
Aceptar que nos equivocamos no nos hace menos, nos hace humanos. Pedir perdón no es perder, es decir: “te valoro más que mi ego”.
Una disculpa a tiempo puede salvar vínculos que el orgullo rompe en segundos.
🤍 6. Ser vulnerable no te hace débil, te hace real
Mostrar lo que sientes, abrirte, decir “me dolió” o “necesito”… eso es conectar de verdad. La vulnerabilidad no es falta de fuerza, es tener el coraje de amar sin armaduras.
Y ahí, en lo real, es donde nacen las relaciones que valen la pena.
🌱Que el orgullo no sea un muro, sino un maestro
El orgullo no es tu enemigo. Si lo escuchas con conciencia, puede mostrarte lo que duele, lo que temes, lo que necesitas sanar. No se trata de eliminarlo, sino de no dejar que dirija tu forma de amar.
Cuando lo gestionas con humildad, creces tú, crece la relación… y crece el amor real.
© Coaching con Alex García.
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